La madera y los materiales similares a la madera no toleran el agua. Un exceso de humedad puede penetrar en la estructura de la madera, por lo que puede perder su color e incluso pudrirse. En caso de limpieza, utilice paños húmedos con agua fría para evitar la aparición de moho. Es mejor pasar un paño para secar. Evite las esponjas ásperas o los detergentes que no sean para madera, ya que pueden dañar la superficie de forma irreversible. La madera es un material sensible a las altas temperaturas. La exposición a este factor puede provocar el agrietamiento de la madera, por lo que le rogamos que no coloque los muebles de madera cerca de una fuente de calor como chimeneas o radiadores, así como en los lavavajillas y en las zonas expuestas a alimentos o bebidas calientes.